viernes, 25 de julio de 2014

LA SEMANA TRÁGICA DE LA AVIACIÓN

18 de julio de 2014, Ucrania
El vuelo MH17 de Malaysia Airlines cubre la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur. Se trata de un Boeing 777 y sobrevuela el espacio aéreo del óblast de Donetsk. La región es un escenario de guerra entre las Fuerzas Armadas ucranianas y las milicias prorrusas. Inesperadamente el aparato es alcanzado por un misil antiaéreo que lo destruye en mil pedazos. En él viajaban casi 300 personas en su mayoría neerlandesas. A fecha de publicación de este artículo se sigue sin saber quién fue el responsable de semejante atrocidad.

23 de julio de 2014, isla de Taiwan
Un ATR-72 de TransAsia Airways sobrevuela la isla en medio de una enerme tormenta provocada por el paso de un tifón. Debido al mal tiempo, el avión se ve obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en una isla cercana, pero todo sale mal. El aparato acaba estrellándose. Costó la vida a 48 personas.

24 de julio de 2014, Malí
La compañía aérea española Swiftair se dedica entre otras cosas a arrendar sus aviones y tripulaciones a otras compañías, como una especie de subcontrata. Precisamente uno de esos vuelos, alquilado por la compañía argelina Air Algérie volaba desde Uagadugu, capital de Burkina Faso, en dirección a Argel. Apenas 50 minutos después del despegue, se pierde contacto con la aeronave en algún lugar de la región de Gao, en Malí. Allí solo hay arena. Y guerra. Siempre guerra. Desgraciadamente estas tragedias están pasando en los peores sitios posible, ya que no debemos olvidar que en esa zona tribus tuaregs armadas y aliadas de Al-Qaeda operan contra el gobierno malianse y sus aliados franceses.

La situación es muy confusa. Se sabe que el avión cayó, probablemente debido a las fuertes e inmensas tormentas de la zona, y que sus 116 ocupantes, mayoritariamente franceses, y con 6 tripulantes españoles, murieron en el accidente. Cazas Mirage 2000 franceses exploraron la zona en busca de los restos, hasta que en principio fueron encontrados en una zona de muy difícil acceso. Por su parte España, lugar de procedencia del avión, puso a disposición de la investigación su avión de transporte del destacamento Marfil basado en Malí para las tareas de búsqueda. Es un modelo CN-235 perteneciente al Ejército del Aire.

Como se puede ver, en torno a 500 personas han muerto en accidentes de aviación esta semana, y a los ya mencionados hay que sumar el de una avioneta en Polonia, dos en Centroamérica, y otra más en Kenia. Definitivamente, unos días horribles para la familia del aire, debido a unos accidentes que ya se suman al Boeing 777 de Malaysia Airlines que desapareció en el sudeste asiático en marzo y del que sigue sin haber ni rastro...

miércoles, 2 de julio de 2014

ESPECIAL: 75 AÑOS DEL EJÉRCITO DEL AIRE

LOS AÑOS 40: LA POSGUERRA (1939-1949)


Hispano Aviación 1109 ''Buchón''

El Ejército del Aire de España fue creado en el año 1939, después del final de la Guerra Civil. Los nombres que habían recibido las fuerzas aéreas de ambos bandos durante la contienda no podían seguir vigentes, siendo Fuerzas Aéreas de la República Española en un bando, y Aviación Nacional en el otro. Al término del conflicto, del que el General Franco salió victorioso, estas dos se fusionaron en una sola, que sería la que se encargaría de la defensa aérea de España desde entonces. Se decidió llamar a esta nueva fuerza aérea como Ejército del Aire, un nombre no demasiado usual, ya que la palabra Ejército suele hacer referencia a las fuerzas de tierra. Sin embargo, esta curiosa denominación no fue única en su especie, porque en su país vecino, la República Francesa, a la fuerza aérea también se la denominaba Armée de l'Air.

Los primeros años de existencia del Ejército del Aire fueron muy duros. España había vivido la guerra más destructiva de su historia, y el país estaba totalmente asolado. La economía, hundida. En definitiva, no había ni dinero, ni infraestructuras, ni nada que existiera antes de la guerra se había librado de los efectos de la campaña. Era necesario partir de cero en la recuperación. Sin embargo, otro conflicto de proporciones épicas impidió al país comenzarla de manera efectiva: la Segunda Guerra Mundial, que empezó apenas cinco meses después.

Durante la nueva guerra, el Estado Español adoptó una postura de neutralidad, pero favorable a las potencias del Eje, con las que simpatizaba, hecho que a la postre provocaría su total aislamiento del mundo tras el fin del conflicto. En una Europa dividida por el odio y la guerra, y una España arruinada sin las infraestructuras necesarias, era para el Ejército del Aire imposible renovar su flota de aviones, en la que algunos ya comenzaban a estar anticuados, como los famosísimos Polikarpov I-16 e I-15 tan célebres en ambos bandos durante la Guerra Civil, o el Fiat CR.32 Chirri.

Un Fiat CR.32 ''Chirri'' con los distintivos de la desaparecida Aviación Nacional

Por ello, los mismos aviones que habían participado en el conflicto nacional, muchos de ellos heredados de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, serían los mismos que deberían defender a España en medio de un conflicto mundial. Algunos de esos aviones continuaban siendo la punta de lanza de las fuerzas nazis, como el Messerchmitt Bf 109 o el Junkers Ju 52, pero sin embargo, no eran suficientes; existían grandes carencias.

Para remediar esta situación se encomendó a la recién creada Construcciones Aeronáuticas Sociedad Anónima (CASA) y a la ya veterana Hispano Aviación, fabricar nuevos aparatos bajo licencia, de los modelos más modernos del Ejército del Aire y la Luftwaffe. De esta idea surgieron los modelos CASA C.2111 Pedro, fabricado a partir del Heinkel He 111, el CASA C.352, idéntico al antes mencionado Junkers Ju 52, o el Hispano Aviación 1109 Buchón, versión española del mítico Bf 109, que no entraría en servicio hasta 1956, ya total y absolutamente obsoleto.

CASA C.2111 ''Pedro'': Estuvieron en servicio durante 33 años

A pesar de la eventual neutralidad de España, eran frecuentes los roces entre las escuadrillas de caza españolas y aviones aliados que violaban el espacio aéreo. Las zonas más conflictivas en este aspecto eran las Islas Baleares, donde algún avión español fue derribado por los británicos al confundirlo con italianos, el estrecho de Gibraltar, donde la artillería antiaérea, la Armada y la fuerza aérea de británicos, franceses y españoles estaba en constante choque, y las Islas Canarias y el Sahara, donde los aviones franceses y estadounidenses, en persecución de los submarinos alemanes, eran interceptados por los Chirri españoles tras las continuas violaciones del espacio aéreo.

También era muy común que los españoles se vieran involucrados en las luchas sin participar en ellas, como cuando los británicos atacaban a los submarinos nazis en el Cantábrico, cuando algún avión era abatido frente a las costas o cuando debían hacer aterrizajes de emergencia por daños. Por ello, España compró a Alemania diversos hidroaviones Dornier Do 24, los primeros que tuvo el Servicio Aéreo de Rescate, con la función de rescatar del mar a las tripulaciones de los aviones beligerantes que fueran abatidos.

Franco además sentía cierta deuda para con Alemania por la ayuda prestada por esta durante la guerra con la Legión Cóndor,  de modo que en pago de la misma, compró a los nazis unos pocos aviones de reconocimiento, los Heinkel He 188, así como los bombarderos Junkers Ju 88. Aparte de estas adquisiciones, diversas escuadrillas del Ejército del Aire intervinieron en las batallas aéreas del Frente del Este, especialmente el asedio a Leningrado, bajo la llamada Escuadrilla Azul, cosechando un éxito importante con unos 165 derribos favor y 25 en contra. Sin embargo, a partir de 1943, cuando la campaña en la Unión Soviética empezó a cambiar de signo, esta unidad fue desmantelada y regresó a España. No obstante, también cabe destacar la participación de pilotos españoles exiliados entre las Fuerzas Aéreas Soviéticas hasta el final de la guerra, muchos de ellos ases de la Guerra civil, con más experiencia que los pilotos rusos.

Bf 109 de la Escuadrilla Azul

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, los regímenes totalitarios de Hitler y Mussolini habían caído, sin embargo, las potencias vencedoras vieron en la neutral España una similitud importante con respecto al fascismo italiano, y dejaron al país completamente aislado del panorama internacional, siendo España el único país de Europa Occidental que no recibió las ayudas americanas del Plan Marshall.

En 1946 se creó la Legión de Tropas de Aviación, antecesora directa de la actual Brigada Paracaidista, y años más tarde aún se producían modelos ya desfasados como los Pedro o los Buchón, y lo seguirían haciendo hasta bien entrados los 50, cuando ya volaban por los cielos de América los míticos B-52 o F-4.

A finales de la década de 1940, el Ejército del Aire seguía operando mayoritariamente los mismos aviones que habían combatido hacía ya más de diez años en la Guerra Civil, ya totalmente obsoletos, mientras que por los cielos del resto de Occidente ya comenzaban a volar los primeros aviones a reacción.